Jardín Oculto. Concha Ybarra

Concha Ybarra

Jardín Oculto. Concha Ybarra

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Vista general

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. En algún lugar un río en el camino, 2017. Óleo y spray sobre lino. 163 x 131 cm

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Interior—Exterior, 2016. Óleo sobre papel. 78 x 108 cm

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Jardín oculto (detalle), 2017. Cerámica, madera y cartón. 164 x 130 x 65 cm

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Jardín oculto, 2017. Cerámica, madera y cartón. 164 x 130 x 65 cm

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Jardín oculto (detalle), 2017. Cerámica, madera y cartón. 164 x 130 x 65 cm

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Paisaje, 2016. Óleo sobre lino. 27 x 22 cm / cada uno

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Sin título , 2016. Pastel y óleo sobre cartón. 115 x 84,5 cm

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Sin título, 2016. Pastel y óleo sobre cartón. 115 x 84,5 cm

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Danza de las plantas, 2017. Cerámicas. 5 piezas. Instalación

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Danza de las plantas (detalle), 2017. Cerámicas. 5 piezas. Instalación

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Vista General

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Sin título, 2016. Lápiz, carboncillo, spray y collage sobre papel. 47,5 x 36 cm / cada una

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Tapiz, 2017. Carboncillo, spray y acrílico sobre lino. 175 x 141 cm

Jardín oculto, 2017

Concha Ybarra. Dentro del jardín, 2017. Óleo sobre lino. 148 x 115,5 cm

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Texto

Luis Adelantado Valencia se complace en presentar la primera exposición individual de la artista sevillana Concha Ybarra en Valencia; Jardín oculto.
Concha presenta una propuesta de carácter instalatorio en el que la pintura, el dibujo y la cerámica se ponen en común con el objetivo de plasmar este Jardín oculto. Un término que la artista relaciona con un interior emocional, que alude al carácter orgánico de las ideas, que plasma en formas celulares con líneas ilusorias. Son trabajos con límites sutiles, y una riqueza cromática muy enérgica, que podemos encontrar tanto en sus lienzos y papeles, como en su cerámica.
Si bien su trabajo parte de lo íntimo —de ideas que fluyen rozando lo onírico— hay en él, una fuerte raíz que la une a la tierra, al lugar donde Concha ha desarrollado su carrera, Sevilla. De hecho, el título Jardín oculto tiene una acepción más, que hace referencia a esos magníficos espacios de abundancia que se perfilan en las zonas privadas de algunas casas señoriales andaluzas.
El jardín como lugar de recogimiento, meditación y pasiones, como zona de intimidad y de libertad absoluta. Concha define desde la contemporaneidad, una serie de espacios salpicados de poesía, como los jardines que describió Federico García Lorca, en su publicación Impresiones y paisajes que vió la luz a principios del s. XX.

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