Este es un lugar seguro

Priscila Mongue

Este es un lugar seguro

Este es un lugar seguro, 2015

Priscilla Monge. Sala 1. Vista general

Este es un lugar seguro, 2015

Priscilla Monge. Este es un lugar seguro, 2015. Neón en caja de madera con metacrilato.
120 x 120 x 12,5 cm

Este es un lugar seguro, 2015

Priscilla Monge. Objeto de medición, 2015. Mármol y madera. 21 cm de diámetro (c.u).

Este es un lugar seguro, 2015

Priscilla Monge. Objeto de medición, 2015. Mármol y madera. 21 cm de diámetro

Este es un lugar seguro, 2015

Priscilla Monge. Objeto de medición, 2015. Mármol y madera. 21 cm de diámetro

Este es un lugar seguro, 2015

Priscilla Monge. Sala 2. Vista general

Este es un lugar seguro, 2015

Priscilla Monge. Sala 2. Vista general

Este es un lugar seguro, 2015

Priscilla Monge. Sala 2. Vista general

Este es un lugar seguro, 2015

Priscilla Monge. Este objeto absorbe la angustia del tiempo, 2015. Técnica mixta sobre papel.
76 x 56 cm

Este es un lugar seguro, 2015

Priscilla Monge. Este objeto absorbe la angustia del tiempo(detalle), 2015. Técnica mixta sobre papel.
76 x 56 cm

Este es un lugar seguro, 2015

Priscilla Monge. Este objeto absorbe la angustia del tiempo(detalle), 2015. Técnica mixta sobre papel.
76 x 56 cm

Este es un lugar seguro, 2015

Priscilla Monge. Para encontrar la verdad, 2002. Mármol.
21 cm en diámetro x 2,5 cm

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Texto

La galería Luis Adelantado de Valencia tiene el placer de presentar la tercera exposición individual de la conocida artista costarricense Priscilla Monge. Para esta ocasión la artista presenta un nuevo proyecto titulado Este es un lugar seguro.
Monge, artista bien conocida de la escena postconceptual latinoamericana de los 90’s, transforma nuestras expectativas, subvierte las jerarquías de poder y el significado que le damos a los objetos que nos acompañan a diario para reflexionar sobre temas como la violencia, la moral, la búsqueda de la identidad, la mujer y la confrontación de las esferas públicas y privadas en nuestras vidas individuales y en sociedad.
Para esta ocasión, a través de medios y leguajes tan diversos y contundentes como la escultura, la luz de neón, el dibujo y el texto entre otros, Monge, construye una exposición en la que genera una confrontación entre el espacio real y el espiritual. Un recorrido envolvente que invita al espectador a hacerse preguntas acerca de la violencia y la intimidad.
Las piezas están situadas entre la dimensión verbal y la visual del signo. Como ella misma nos dice: “se encuentran en un espacio fractal, ese espacio entre la palabra y la imagen y viceversa. Es en ese límite donde el arte genera un lugar seguro y de búsqueda espiritual y seguramente de cambio.”

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