Llaga de mar, alivio de monte, es el título que engloba las dos exposiciones simultáneas que, desde
el 26 de septiembre, ocuparán las cuatro salas de la galería. Tanto en la propuesta de Laura Palau,
Segunda mordida, como en Amuleto, la exposición de Javi Cruz, acompañado en esta ocasión por
Andrés Izquierdo, nos encontramos en medio de un diálogo entre lugares —físicos, simbólicos—,
paisajes tan autobiográficos como universales: las tierras de cultivo, los mares, un teatro, la ciudad
y el monte, y con algunas historias, tradiciones, supersticiones y rituales que sujetan vínculos en
la familia, la amistad y los oficios. Ambas exposiciones se acompañan de los textos del comisario
Francisco Ramallo.
En Segunda Mordida Laura Palau explora las tensiones que surgen del conflicto emocional entre
el peso de lo identitario y el privilegio del amarre a un lugar, sentimientos que interpreta «como una
fuerza que une una herida y su recuerdo, un sentido de pertenencia a la tierra con la asfixia que
genera». La morriña que produce a Palau residir lejos, le hace percibir su vida como una tensión.
Estando aquí y en otra parte, la artista piensa el contexto rural como una circularidad entre lo duro
y lo blando, la queratina y la celulosa, la oralidad y la carne. Palau utiliza la escultura para reflexionar
sobre la proximidad entre patrones de la naturaleza. Esta recontextualización del vínculo entre
naturaleza y conocimiento, también enlaza con testimonios de sanación que algunas personas han
compartido con la artista, que se materializan en algunas piezas. También trabaja con el árbol, un
elemento que en la comunidad rural de Palau ha sido tratado como sujeto y testigo del vínculo entre
generaciones. La artista ha creado un repositorio de especies locales, que traduce a una serie de
papeles en la galería, enmarcados con la madera de los árboles a los que remiten. También se ha
implicado en prácticas dirigidas al cuidado de los árboles como la poda. Estas revelan fragilidades
de la naturaleza. De la correcta manipulación del árbol depende su vida y productividad. La artista
documenta estos procesos a través de la fotografía, la que, en palabras de Alan Sonfist (autor del
“teatro de la naturaleza”), supone una nueva vía de comprensión
+Texto curatorial por Francisco Ramallo.
Actividad realizada en colaboración con el Ministerio de Cultura.